Dojo Genbu-Kai Chile

Centro de Artes Marciales y Corporales

Karate-Do Tradicional Japonés

miércoles, 20 de marzo de 2013

Una mirada terapéutica del Karate...beneficios psicofísicos.



A través de los años he visto como el Karate puede producir una serie de cambios positivos en los alumnos, tanto como a niños, jóvenes y adultos. No sólo beneficios físicos, motrices y de salud que puede otorgar en general cualquier disciplina deportiva, sino también cambios en la conducta, emociones y en el bienestar general psíquico.

Los beneficios del Karate van a depender de la etapa del desarrollo en que esté viviendo el alumno. Los beneficios serán muy distintos según la edad, de la persona en sí misma (personalidad), del contexto familiar, escolar, laboral y de la historia de vida como es el caso de los jóvenes y adultos.

Desde la mirada de la Psicología, podemos decir que el alumno en una clase de Karate exhibe en todo momento como realmente él es; a través de su forma de actuar, mirar, gesticular, reaccionar, etc. Ésta es la parte observable de la conducta, la privada o intrapersonal está en otro ámbito pero que de todas formas se encuentra conectada con la observable. En todo momento el alumno se está comunicando y entregando información con su Karate; sus movimientos y actitud.

La dinámica de una clase de Karate puede tener una serie de elementos dependiendo a quien vaya dirigida (a qué rangos de edad), que estimulen, motiven y trabajen ciertos aspectos de la conducta y acciones del alumno. 

Elementos como el respeto mutuo, la cortesía, buen humor, compañerismo, amistad, la necesidad de concentración, el trabajo cognitivo motriz, respiración, ejercicios de relajación, la reflexión moral, el logro de objetivos, el paso a nuevas etapas (por ej. la obtención de un cinturón), el darse cuente que ahora puede hacer cosas que antes no conocía y no podía, o el simple hecho de ser considerado y valorado por otro, pueden provocar cambios muy positivos en el alumno. 

Mientras una clase de Karate tenga más y variados de estos elementos, y siendo lo más enrriquecedora posible, el alumno incorporará lo que él necesite en forma natural para lograr el equilibrio interno y/o externo que busca ya sea en forma consciente o inconsciente. Este es uno de los mecanismos que creo que otorga una gran cantidad de cambios y beneficios positivos para la persona; una mirada sistémica entre Dojo – Sensei – Alumno. 


Sin embargo, la clase de Karate o de cualquier otro arte marcial, debe tener algunos de los elementos mencionados para realmente intervenir en una dimensión más profunda del alumno. De la misma forma, a través de un arte marcial violento, con Instructores no idóneos o con valores morales distorsionados, pueden provocar un grave daño a la integridad del alumno, tanto física como emocional.

El trabajo con niños es especialmente delicado. El niño en una clase de Karate llega con toda la carga emocional y de su dinámica familiar al Dojo. Cada niño siente, vive y disfruta el Karate de manera distinta Este es el gran desafío; como a través de una clase de Karate podemos hacer que los niños obtengan el mejor provecho posible. Esto se logra con el tiempo al conocer a cada niño y de lo que necesita, junto a una metodología adecuada. 

También hay que mencionar que es un error pensar que la práctica de un arte marcial para un niño o un adulto será la solución completa a sus problemas; Han llegado padres con el propósito que su hijo logre “ser más paciente y controle su ansiedad a través de las clases de Karate”… aunque el niño asista a todas las clases, pero si se mantiene expuesto a un ambiente negativo que sea la causa de su ansiedad,  existiendo una dinámica familiar insana, es muy probable que el niño necesite una ayuda terapéutica psicológica e integral junto a sus padres.
Cada individuo es único y complejo. Pero el Karate-Do sin duda puede ayudar como un complemento.

Esta es una mirada personal del Karate como terapia psicofísica tanto como para niños, jóvenes y adultos.

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