La flexibilidad dentro de cualquier deporte es un tema, incluso, igual o más importante que el entrenamiento mismo. Su importancia se debe a que ayuda a prevenir acortamiento de los músculos hasta ayudar a drenar los desperdicios metabólicos previniendo lesiones.
Todos necesitamos estirar, sobre todo para evitar acortamiento muscular por el sedentarismo y la edad. Si se hace de estirar un hábito diario, independiente de los estiramientos antes y después del ejercicio, sin duda será la mejor fomra de aumentar nuestra fexibilidad. Otro momento ideal para estirar es luego de largos periódos de inactividad (como estar mucho sentado o de pie). Se dice que en la ducha es un lugar ideal para estirar por la temperatura y la humedad, aunque en verdad creo que no es una muy buena idea, o simplemente habría que hacerlo con mucho cuidado.
En nuestro entrenamiento, uno estira para ser más eficientes (mejorar el rendimiento) en los movimientos y ganar movilidad articular, para esto los estiramientos deben hacerse de forma progresiva (de a poco, pero avanzando con cada insistencia) sin llegar a sentir dolor (que es diferente a la incomodidad de no estar acostumbrado a estirar).
Siempre mantener la posición (sin insistir de forma “pulsante”) desde 5 a 15 segundos. Cada vez que estiremos, en una sesión, podremos ver que el rango articular cederá a un mayor amplitud de este.
La idea es siempre hacer estiramientos que duren más de 5 segundo, tratar de no hacer movimientos bruscos o violentos y ayudarnos a concentrarnos en el ejercicio con una buena respiración.
Vía : Punto Fape
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